Divagando en la oscuridad que te arropa en la noche
la mente vuela cual Pegaso desvocado... imposible de parar.
En esas horas, hablas con tu "yo" y las respuestas
no suelen gustar, son dificiles de asumir...
Alguna vez preguntaste...
¿Para cuando tú?
Hecha esa pregunta, agarrate al insomnio
abriendo bien los ojos...deja que te meza...
quizás así consigas engañarlo y abrazar a Morfeo.
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